TAMOANCHAN
La palabra Tamoanchan nos induce a
la colectividad interna de los arcanos psíquicos donde se organiza la vida
espiritual, es el lugar de la boca, el lugar del aliento, el lugar del templo
verbal.
T, su valor interpretativo es luz
al final de la oscuridad
M, la revelación de lo oculto
CH, es el poder divino
Tamoanchan es el destino final de
todos los seres humanos, es el símbolo del árbol con dos corrientes
energéticas, figuradas en serpiente.
Es el lugar de la conciencia, es
el lugar de los itstika, el lugar de los despiertos. El lugar de los naguales
el lugar de las planta de poder, el lugar de las flores. El lugar del agua,
donde se conserva por toda la eternidad las características individuales de la
conciencia, es el lugar del doble energético, donde debemos romper el árbol y
liberar la conciencia de nuestra raíz terrestre.
Tamoanchan es el lugar de la
conciencia superior, donde se rompe la embriaguez de los sentidos, es el lugar
de la comunicación a través de los sueños, es el lugar del alto sentido del
deber, en la más alta acepción, donde se trasciende lo personal para ayudar al
colectivo, el lugar donde rompemos el ego.
Es el lugar de la madre de los
Dioses Tonantzin Teteoinan, el lugar del cacao, del Teonanacatl, del
Sinicuichil, del Olioluqui, y del Floripondio, el lugar del universo
manifiesto, el lugar donde el clítoris de Xochiquetzal es desmembrado por el
murciélago para crear la vida y las flores.
Es el lugar del árbol florido, del
orden ritual. Tamoanchan es el lugar de los Naguales, el lugar del búho y del
águila, el lugar de la serpiente y del
árbol, el lugar de la búsqueda y del fuego. El lugar de la nube y de la
montaña.
La silaba Ta significa lugar, en
lengua maya, teneek, huasteco y náhuatl, oan, significa los que nacen del agua,
los naguales y el término chan se refiere a casa, y chen es árbol en lengua
maya.
Tamoanchan es el lugar de los
cantos sagrados, el lugar donde se mueve el espíritu, el lugar donde la
hierofania acústica revive de la muerte, es el lugar matricial.
La evocación de la palabra Tamoanchan revela el alto
contenido esotérico y hermenéutico, donde el ritmo, la altura, el timbre, el
tono, la duración, volumen e intensidad y sucesión melódica genera en el
clariaudiente la movilización de todos los sentidos y un gran desarrollo
cognitivo, pues la vocalización mantrica produce una luz sonora en la
oscuridad, concepto elevado de la física cuántica que genera la reparación de
la luz del día.
Tamoanchan es el lugar de la obsidiana, el lugar del
aprendizaje, la memoria y la conciencia acrecentada, el despertar del pedernal,
es decir, del chacra coronario, el lugar de la recapitulación.
Simbólicamente representa el valor espermático de
Quetzalcoatl y de Cihuacoatl, quienes muelen los huesos del hombre abonando el
elemento espiritual del jade, anexando el linaje de la sangre con la
perforación del miembro viril de Quetzalcoal.
Tamoanchan es el lugar de los Oanes, de los merecedores, de
los naguales, el lugar de los dioses del agua negra, el lugar de los peces de
jade, donde se genera y se regenera.
El gran Tamoanchan pertenece al gran Tlalocan, el lugar paradisiaco
de la existencia.
En Tamoanchan, cuenta la tradición indígena, el maíz fue
llevado para ser masticado por los Dioses, colocándolo ellos en los labios de
los hombres como vehículo de vida.
Los grandes sabios de la cultura indígena, Xochichicacaua,
Tlaltetecui, Cipactonal y Oxomoco, provenientes de Atlán, Atlántida, lugar del
gran lirio de agua, símbolo del primer continente, derivado más adelante en la
flor de Liz, del linaje real, y que está presente en diferentes estelas,
códices, pinturas y templos de la gran cultura maya, en todo el linaje de sus
sacerdotes mujeres y hombres. Pronunciaron las siguientes palabras: “Abra luz y
se asumirá el propio destino, se romperá el árbol e irán y vendrán a la ciudad
donde los hombres se convierten en Dioses: Teotihuacán”.
Tamoanchan
también representa, el paraíso divino, simbolizando el árbol roto, el
desprendimiento total del ego y la ascención del árbol florido por las siete
cuevas de Chicomostoc, o siete Chacras o siete cuecueyos o Siete centros
energéticos, es el lugar del negro y del rojo, el lugar del interior indígena,
el lugar del nawayotl, que significa lo que contiene la verdad...