La Cruz es una marca, una señal, una coordenada, un encuentro, un contacto o un cruce entre los dos grandes valores de la existencia: la materia, el tiempo, la limitación –representada por su eje horizontal, femenino-, y el espíritu, el espacio, la libertad –representado por su eje vertical, masculino-. En ella, así, se manifiesta una función de síntesis. La Cruz es la base de todos los símbolos de orientación en los diferentes niveles de existencia del hombre, el cordón umbilical jamás cortado en relación al cosmos creador, el recuerdo de nuestro origen, de nuestra esencia espiritual, de nuestra filiación a Dios. Se trata de la definición más clara y sencilla de la encarnación del espíritu en la forma, la cual da lugar a la consciencia, al “yo soy”, al Alma que sabe y ama, el punto de comunicación entre Cielo y Tierra, el eje de la Vida. La cruz tiene el poder de crear. No puede haber creación sin el signo de la Santa Cruz. Se cruzan las especies animales, se cruzan los á...